"Quiero cada minuto de mi vida y cada instante de las vidas ajenas que pesan en la mía".
"No hay duda: todo lo bueno sucede al acostarse".
"La gente siempre irá y vendrá como le parezca. Tú quédate contigo. En paz sin agravios. Verás que viene mejor de lo que se va".
"Que no sepa el nombre de una sonata no quiere decir que no la haya tocado bien".
"Dispuesto al gozo de estar vivo por encima de cualquier contrariedad, cualquier milagro, cualquier abismo, cualquier luna".
"Porque así va el mar siempre: calmo, fiero, pero nunca quieto".
"No le temo al instante: lo venero, me apasiona, me deslumbra, me reta".
"Si el tiempo lo inventamos los humanos, podemos escondernos de su cuenta obsesiva y concentrar nuestras fuerzas, nuestro talento, nuestro imprescindible valor, en la emoción que debería darnos cada instante de la vida".
"Me encanta el calor. Quizás porque soy una persona de termostato bajo y de afanes febriles".
"Todo el que sabe adivina que tras el silencio de un ángel siempre hay una historia. O muchas".
"Daba rabia, porque se habían querido tanto y de tan distinto modo durante los doscientos años que tenían de conocerse que era una lástima separarse así, como si nada".
"Quien sabe por qué la vida suele ponerles trampas a quienes mirados desde fuera no pueden ser sino pareja el resto de sus vidas".
"La ironía no es útil para hablar con los hombres".
"Quizás el futuro fue la única queja que se ahorraron".
"Pero qué saben las terapeutas, lo mismo que antes sabían los curas. Nada. A veces oír".
"Una cosa es la simple verdad y otra, la verdad verdadera".
"No abundan los locos, en cambio sobran los cabrones".
"Supongamos que tú no tienes la culpa y que yo sí tengo remedio".
"La sola idea le hacía temblar el temple".
"Abril, que en cualquier parte del planeta es, como octubre, el mejor de los meses".
"Como si nada le pesara y todo le doliera".
"No tenía fuerzas para volver a confiar en lo imposible".
"Le tenía esperanza, pero no fe".
"Afirma un genio del buen decir que la calentura, como el poder, ofusca a los inteligentes y a los pendejos los vuelve locos".
"Preferible encontrar a tiempo la mitad del infierno, que esperar para siempre la gloria de lo que no existiría".